XXIV Concentración Nacional Club Saab España
Sigüenza, 5 al 7 de octubre de 2018
24 coches y más de 40 personas nos juntamos para la XXXIV Concentración Nacional del Club Saab España. El lugar elegido fue Sigüenza y lo primero es agradecer al Club de Clásicos de Sigüenza y muy en particular a Ramón, miembro de su Junta Directiva, los consejos y ayuda para preparar esta Concentración.
En realidad, la Concentración se repartió entre Sigüenza, Maranchón y Molina de Aragón. Sigüenza como base, Molina de Aragón como destino de la ruta y Maranchón como merecido descanso en medio de la ruta. La ruta fue uno de los puntos clave de la Concentración. Sigüenza está rodeada de rutas atractivas y elegir una entre todas las opciones disponibles no fue fácil. La primera clave era evitar la Concentración de Motos del Club local, nada en contra de ellos, pero juntarnos todos en la carretera podía resultar algo complicado y atraer una sanción de las autoridades competentes, algo no especialmente deseable. Así que desde un principio apuntamos hacia el Sur. Lo difícil fue encontrar un punto de descanso que ofreciese sitio para aparcar y, por supuesto, un bar decente. Gracias al guía que nos acompañó tanto en Molina de Aragón como en Sigüenza, quien nos descubrió Maranchón e incluso organizo con el Ayuntamiento donde aparcar, aunque luego no le hicieron ni caso, pero eso vendrá luego.
La Concentración empezó el viernes por la noche con una cena en el restaurante Calle Mayor de Sigüenza. Buen ambiente, comida no muy típica de la región pero rica. Un buen arranque para la Concentración. Continuando con la parte gastronómica, la comida en Molina de Aragón fue más tradicional y contundente, propia del extremado clima local, en el Palacio de los Molina. Para la cena optamos por algo más ligero como un coctel de pie en el Salón del Rey del Parador de Sigüenza. Un lujo poder disfrutar del Salón para las conversaciones entre los asistentes. Aunque parecía vacío pues las alrededor de 40 personas apenas son un quince por ciento de la capacidad de la sala. Hay sitio para más gente en el Club. Y todo tipo de gente; nuestro honorable Ministro de Asuntos Exteriores nos trajo un invitado holandés, Jorge para los hispanohablantes, quien se lo pasó bien, hizo muchas fotos y dijo que se iba a hacer socio del Club. Espero que no tengamos que hacer ahora bilingües las comunicaciones del Club, aunque si es imprescindible, lo que sea por aumentar el número de socios.
Volvamos a la ruta. La cita fue el sábado seis a las 9:30 en los jardines de la Alameda de Sigüenza. A pesar de los calzos facilitados por el Club local, salvar el escalón de entrada fue un pequeño reto para la mayoría de los coches participantes. Espero que fuese más susto que problema, aunque hay que reconocer que algún rozón sonó realmente mal. Una vez hecha la foto de familia, encontramos una salida trasera que no tenía desnivel porque más de uno no queríamos volver a someter a nuestro precioso Saab al toque con el duro bordillo. Mención aparte el desencuentro con el Excelentísimo Sr. Alcalde. El Club local nos había dicho que nos esperaba a las 9:15 en la Plaza Mayor, donde salía la ruta motera del Club local, para saludarnos. Formales y amistosos como buena gente Saab, nuestro Presidente preparó un cuadro con la imagen de la pegatina de la Concentración para regalársela como recuerdo. Nuestro Presidente fue puntual y nos avisó cuando parecía que el Alcalde iba a venir (casi media hora después de lo que nos habían dicho), así que varios socios nos lanzamos enérgicos y decididos a la cuesta que lleva a la Plaza Mayor. Llegamos sin aliento y clamando por un desfibrilador, cualquier cosa por la buena imagen del Club. Pero el esperado Sr. Alcalde no apareció. Para no poder en peligro toda la agenda del día, decidimos dejar el cuadro a nuestro amigo Ramón, quien estaba ocupado con su Ruta motera y nos fuimos. Habíamos vuelto a aprender que el sentido del tiempo en los pueblos pequeños no tiene nada que ver con nuestra estresada y loca vida urbanita.
La ruta creo que fue el punto álgido de la Concentración. Las carreteras eran pintorescas, variadas y bien asfaltadas. En algunos puntos se podía ver a todos los coches en una larga fila adornando el paisaje, algo adusto pero variado y atractivo. Una buena representación de la marca Saab; 900 pre GM, cabrios, coupés y un sedán, 900 GM también en varias carrocerías, algún 9000 y 9.5. Cabe destacar dos nuevos 900 preGM de dos nuevos socios, algo que siempre resulta positivo. La ruta hasta Maranchón duró alrededor de hora y media, manteniendo una velocidad moderada pero que permitía alguna curva con cierto dinamismo. Insuficiente para algunos, lo cierto es que tuvimos suerte de no encontrar apenas tráfico y la situación invitaba a disfrutar algo más de la excelente estabilidad de los chasis Saab. Al llegar a Maranchón, en el stop para incorporarnos a la carretera general, una pareja de la Benemérita estaba esperando para salir. Momento de tensión por si la brillante caravana de Saab llamaba su atención. Afortunadamente, no pareció importarles y pudimos terminar la ruta.
En Maranchón volvimos a tener un cierto desencuentro con la autoridad local. La zona que nos habían reservado para aparcar estaba bloqueada por una carrera popular. Hay que agradecer a Manuel, nuestro guía, quien aviso a tiempo y nos indicó otra zona donde aparcar mientras nos tomábamos el merecido descanso. El Excelentísimo Sr. Alcalde se acercó a saludarnos de forma inesperada. Para él no había regalo pues nos esperábamos su presencia. Fuimos educados y agradecimos la hospitalidad, a pesar de los cambios de última hora. De allí a Molina, una ruta rápida por una carretera principal, no exenta de atractivo para acabar todos alineados en una de las calles de Molina de Aragón, muy adecuada para las fotos.
Breve mención a las visitas guiadas. Tanto en Molina de Aragón como en Sigüenza, el domingo por la mañana, el guía hizo un buen trabajo en sintetizar lo mucho que había que contar, siempre de forma entretenida. Y, por dos veces, consiguió sentarnos a todos en los bancos de una iglesia, consiguiendo que pareciésemos un grupo formal y concentrado.
La jornada del sábado terminó con la Asamblea de socios y el ya mencionado “coctel”. Fue muy de agradecer la participación en la Asamblea y el animado debate. Quedaron aprobados los nuevos Estatutos y quedó de manifiesto el interés de la mayoría presente en mantener la actividad del Club para seguir disfrutando de coches y amigos, pilares fundamentales del Club Saab España. Hasta pronto.