El Saab 9–3 Sport Sedán no es una berlina mas. Es una berlina deportiva que otorga el máximo placer de conducción gracias a su comportamiento, que no sólo establece nuevos estándares para la marca, sino que en este momento es un punto de referencia para el segmento. Aquí vá otra recopilación, esta vez relacionando aspectos diseñados para el
buen rodar y excepcional comportamiento en curva del 93SS.
Buscando la esencia del 900 turbo
“Dinamismo deportivo” de serie es lo que se buscó desde un principio, tratando de recuperar aquel comportamiento deportivo que hizo tan famosa a Saab. Para ello, se llevó a cabo un exhaustivo programa de desarrollo que ha sido largo y caro, pero que finalmente está contribuyendo al resurgir económico de Saab, aunque sea a costa de perder algunos admiradores de sus diseños más clásicos. Acabado el trabajo, el ingeniero Jefe de Desarrollo del Chasis del 93SS, Ekkerhard Schwartz, declaró: “Este coche pondrá una sonrisa en la cara de todo aquel que aprecie un chasis con un comportamiento refinado. Es una berlina ‘premium’ con la respuesta de un deportivo”.
Comportamiento deportivo
La máxima prioridad del programa de desarrollo de chasis del 9–3 Sport Sedán fue conseguir las mejores características dinámicas. Esto es un requisito esencial para un vehículo dirigido a conductores (como GUS

) cuya prioridad es disfrutar de una conducción deportiva y que le ofrezca las máximas prestaciones. Aún sin ser un piloto experto, todo aquel que conduzca un 93SS apreciará inmediatamente su rápida respuesta en la dirección, aceleración y frenado, junto a los mejores estándares de agarre, respuesta al conductor y control. Las pruebas realizadas por Saab, y los resultados de las pruebas de comparación con vehículos de la competencia realizadas por una agencia independiente confirmaron que la dinámica de conducción del 9–3 Sport Sedán está en lo más alto en su segmento. Toda la prensa del motor ha sido UNANIME en destacar el
comportamiento dinámico de este SAAB como su mejor virtud.
Claves
¿Cuales son las claves de este comportamiento?: los beneficios de la tracción delantera (predecible y que proporciona excelente información al conductor) combinados con unos elevados niveles de control del tren de rodaje. Todo ello además cimentado sobre la extraordinaria rigidez estructural y un sistema de suspensión absolutamente innovador, que permite conseguir una dinámica de chasis sobresaliente, un refinamiento de marcha ejemplar y niveles de ruido y vibraciones prácticamente imperceptibles.
Dimensiones
Las mejoras en el comportamiento dinámico y en la capacidad de tracción también se deben en parte al cambio de dimensiones del nuevo 93. Así, en comparación con su predecesor, las dimensiones de los anchos de vía delantero y trasero (1520 y 1506 mm) son 74 y 63 mm más amplios respectivamente. En conjunto, con un aumento de 71 mm en la distancia entre ejes, la reducción de 10 mm en la altura durante la marcha, un centro de gravedad más bajo y una mayor rigidez en el conjunto de la carrocería, la dinámica del nuevo tren de rodaje es más competente en todos los aspectos.
Diseño de la suspensión
La
suspensión delantera es tipo McPherson con montantes superiores desacoplados, separando las cargas de amortiguación y muelles, amortiguadores de gas y barra estabilizadora de acción directa. Los brazos inferiores de control están unidos a un subchasis delantero hidroformado (de sección hueca), que incluye un cojinete hidráulico en el último montante de cada lado para optimizar la amortiguación.
Para obtener buena estabilidad direccional y confort de marcha, la configuración está diseñada para ser inmune a las fuerzas laterales y compatible en sentido longitudinal.
La
suspensión trasera independiente también se encuentra montada en un subchasis e incorpora tres brazos transversales y uno longitudinal. En comparación con el sistema de barra de torsión rígida utilizada en el modelo previo, la nueva configuración ofrece mayor docilidad longitudinal. Al igual que en el eje delantero, los cojinetes son rígidos para las fuerzas laterales y relativamente blandos longitudinalmente. La nueva suspensión mejora las características de comportamiento dinámico y de marcha, al tiempo que aísla el interior del habitáculo del ruido de la carretera. Un
elemento nuevo para Saab es la utilización de cojinetes de deslizamiento en los montantes superiores de los amortiguadores traseros. Éstos disipan las vibraciones de la carretera absorbiendo los pequeños movimientos verticales hacia arriba y hacia abajo antes de que se transmitan directamente al montante y a la estructura del vehículo. Estos nuevos elementos mejoran la calidad de marcha y, al mismo tiempo, también desempeñan un importante papel para atenuar aún más la sonoridad exterior.
“ReAxs” (tren trasero autodireccional)
La utilización de un sistema de suspensión posterior de cuatro brazos con levas de unión y la utilización de rótulas en vez de cojinetes de suspensión interiores y exteriores ha permitido a los ingenieros de SAAB incorporar una
característica innovadora de dirección pasiva en el tren trasero (“ReAxs”). Al girar, la elastocinemática del eje posterior provoca una desviación muy ligera de ambas ruedas traseras respecto a la perpendicular a su eje, en la dirección opuesta al giro de la dirección, creando una divergencia similar a la que utilizan los patinadores sobre hielo para trazar un círculo.
En función del radio de una curva y las consecuentes cargas sobre el eje trasero, un grado de movimiento en las ruedas delanteras produce una pequeña pero significativa respuesta en la parte posterior, de aproximadamente una centésima de grado. Esto es suficiente para prevenir un subvirado excesivo, en el que el conductor se ve forzado a cerrar progresivamente más la dirección para girar la parte frontal del coche, incrementando los ángulos de fricción de las ruedas delanteras. La característica “ReAxs” supera este efecto de “derrape”, ayudando a la parte posterior del coche a seguir la dirección de las ruedas delanteras, y no la del “morro” que pretende escaparse hacia afuera. Lo que percibe el conductor es un comportamiento en curva que proporciona al coche una mejor estabilidad y ayuda para colocarlo en el trazado correcto, con una respuesta más precisa al movimiento del volante. Se tiene la sensación de que el coche toma las curvas sobre raíles.
Aliviando peso...
Los cuatro cubos de rueda, las pinzas de freno, los brazos de control inferiores de la suspensión delantera y las levas y brazos de unión de la suspensión trasera están construidos en
aluminio.
Frenos
Todo coche con prestaciones deportivas requiere un buen sistema de frenado, y el del 93SS está entre los mejores (como se ha comentado anteriormente en este post).
Dirección precisa
La dirección está afinada para proporcionar un balance muy preciso entre “asistencia” y “sensaciones”. En marcha rectilínea prácticamente no hay asistencia, para proporcionar al conductor el máximo control directo. A alta velocidad, la asistencia se hace mas rígida. Nunca se tiene la sensación de flotabilidad de la dirección, ya que incluso a baja velocidad, la percepción del conductor de la superficie de la carretera no se ve mermada. Manteniendo la
tradición de SAAB, el sistema de dirección es de cremallera. La bomba hidráulica está conducida por el eje de distribución y la cremallera está montada muy abajo, por detrás del subchasis frontal. La geometría y puesta a punto de las suspensiones delantera y trasera también están diseñadas para proporcionar a la dirección una sensación distintiva de sensibilidad y comportamiento lineal. Con 2,97 giros de volante de tope a tope, es la
dirección más rápida que se ha instalado en un vehículo Saab. Como una indicación general de la tirantez del chasis del 93SS, las pruebas realizadas demuestran que el tiempo de respuesta de aceleración lateral –el tiempo completo en que todo el chasis responde a una “orden” de la dirección– es un 30% más rápido que la media de este segmento de vehículos.
Controles electrónicos del tren de rodaje
TCS (Traction Control System / sistema de control de tracción),
ESP (Electronic Stability Program / programa electrónico de estabilidad).
Todas las versiones del 93 Sport Sedán montan un sistema TCS muy eficaz a la vez que muy poco intrusivo. Además, la excelente dinámica del chasis del 9–3 Sport Sedán puede ser complementada por un avanzado sistema ESP (de serie en el Aero, y opcional en el resto de modelos)
desarrollado y puesto a punto específicamente por SAAB. El programa ESP ha sido desarrollado por los técnicos de Saab utilizando el software más adecuado para adaptarse al comportamiento del chasis. Este sistema “inteligente” es extremadamente progresivo y está diseñado para actuar de forma casi imperceptible, evitando intervenciones bruscas cuando el tren de rodaje ha alcanzado ya sus límites de estabilidad.
¿Cómo funciona? Un “sensor de derrapes” en la parte central del coche detecta los movimientos respecto al eje vertical, y un “sensor en la columna de dirección” mide el ángulo de dirección que se está aplicando. La información proveniente de estas fuentes es comparada con la velocidad del vehículo. El sistema es extremadamente flexible y está programado para ejecutar las acciones que prevendrán con mayor efectividad una pérdida de control. El sistema puede aplicar el frenado individual o conjunto de las cuatro ruedas a través del sistema ABS, así como controlar la aceleración.
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